abril 05, 2010

Sueños incumplidos

Yo creo que uno de los pensamientos más naturales que tenemos cuando somos niños es imaginar cómo seremos cuando seamos adultos (sin contar el hecho de que se nos cuecen las habas por serlo). Personalmente, me imaginaba a esta edad como una mujer ejecutiva, de traje sastre, portafolio, lentes y toda la actitud... pues... ejecutiva.

Sin embargo, lo más cercano que llegué a cumplir mi sueño infantil es ser una mujer que trabaja y está a punto de usar lentes (justamente hoy fui a pagarlos porque ya no podía seguir negando que veía borrosos los subtítulos de las películas y los nombres de las calles [muy peligroso esto último, por cierto]).

Pero fuera de que mi sueño no se cumplió, hace algunos días tuve un momento de felicidad tan intensa que me hizo sentirme como una niña que estaba cumpliendo su sueño de ser adulta, una niña que pudo viajar 20 años al futuro y verse a sí misma como una mujer realizada.

Entonces descubrí que mi realidad había superado todas las expectativas de mi niñez, porque si bien no soy la mujer ejecutiva de traje sastre, mi vida resultó ser una que jamás había soñado, porque mis sueños no me alcanzaban para imaginarme lo feliz que sería cuando fuera grande (bueeeeno, de edad, la mayoría de las 3 personas que leerán esto saben que mi estatura está un poco por debajo del promedio).

Compartir la vida y las mejores y más enriquecedoras experiencias de ésta con la persona que amo; darle forma a un hogar, desde pintar las paredes y poner un cuadro hasta pagar recibos y preocuparnos por cómo será cuando tengamos hijos, son cosas que nunca imaginé vivir pero que definitivamente no cambiaría por ningún sueño que haya tenido antes.

Y ni qué decir de mi familia y mis amigos... Sé que la mayoría no leerán esto porque tienen intereses y ocupaciones muy diferentes a los míos, pero en mi vida se han cruzado personas tan chidas que no me va a alcanzar la vida para agradecerles todos los momentos que he vivido con ellos, ni para vivir más momentos como esos que se me antojan interminables.

No digo que ya no tenga sueños por cumplir, que aquí terminó todo, al contrario, mis sueños crecen en cantidad y calidad tales que me hacen sentirme orgullosa de cada paso que doy para lograrlos, pero estar aquí, en este punto de mi vida, es la mejor motivación que pueda tener.

En pocas palabras (inglesas)... I'm living the dream!

4 comentarios:

  1. Buuu qué mal que no te deje comentar, ahorita le muevo jojojo...
    Pues me da gusto que hayas visto lo demás que tienes, si te soy sincera yo soy de esas ejecutivas que retratas, uso gafas pq no veo bien de lejos y si te sirve de consuelo el traje sastre ahorita is a real bitch jajaja no manches me tengo q ir en pura blusa y cargando el saco, mugre calor bestial!!! ay mujer se me antojan unos riquísimos drinks contigo... hablamos :)

    ResponderBorrar
  2. Anónimo10:19 p.m.

    Suena a cliché pero es cierto: La realidad supera la ficción...

    Yo raras veces miré a futuro cuando era niña... la verdad no recuerdo que quisiera ser nada, o mejor dicho... quería hacerla de todo y finalmente terminaba por no hacer nada.

    Hoy por hoy... me obligo un poco a mirar a futuro pero siempre me espanto jajajaja... me gusta ser mujer-presente-vivo.

    Cecy

    ResponderBorrar
  3. Pues tampoco veo mi futuro (ahora presente) de la forma que imaginaba y por mucho también supera mis expectativas. He aprendido a vivir el momento y no preocuparme tanto por el futuro... que de todas formas lo sigo haciendo pero es menos.

    Principalmente me da mucho gusto que seas feliz, a pesar de que tu presente no es como lo imaginabas. Yo también soy muy feliz y me siento muy contento de poder estar contigo y crecer juntos :) TE AMO!!!

    ResponderBorrar
  4. Anónimo10:53 a.m.

    el futuro, la llegada lo que esperamos cuando el presente termine.

    el presente, una sucesion que no tiene fin de momentos infinitamente pequeños, por lo tanto constante e inagotable.

    ver nuestro presente en relacion a nuestras espectativas de la niñez...suena interesante, y en lo personal, no recurdo casi nunca haberme puesto a pensar lo que queria ser de grande, pero ahora que lo soy me digo: al yo niño le hubiera gustado imaginarse el desmadre que soy ahora (contento pero desmadre al final jijijijiji)

    ResponderBorrar